Tratamiento y control de la hipertensión arterial
La segunda causa de enfermedad renal en el mundo debe ser atendida con la
finalidad de evitar el daño renal.
El objetivo principal del
tratamiento de la hipertensión es alargar la vida del paciente libre de
complicaciones. Se pretende disminuir la probabilidad de padecer un ictus,
un infarto de corazón, o un fallo cardíaco o renal. Para ello, el
tratamiento debe alcanzar y mantener cifras inferiores a 140/90 mmHg (“menos
de 14 de máxima y 9 de mínima”).